jueves, 14 de enero de 2016

26 de Viduedo a Samos



Dia 27 de Abril, lunes

Después de pasar una noche con frío y escuchando la lluvia que no ha parado un momento de caer, la mañana como era de esperar, continúa lloviendo, además hay una niebla que no deja ver más de cinco metros.
Hago un poco de tiempo mientras desayuno, para ver como evoluciona, pero no tiene ninguna pinta de cambiar, si acaso, todavía llueve más.
Si estuviera en cualquier otro sitio, hoy me quedaría sin dudarlo, pero aquí, no tengo nada que hacer, además, no me encuentro agusto en esta casa, he pasado mucho frío desde ayer.

Hoy tengo dos posibles caminos para hacer, uno que va directo hasta Sarriá, por San Xil, es el camino tradicional y dicen que es un tramo bonito, son alrededor de 25 km desde aquí y podría estar hoy en Sarriá; o bien, el camino alternativo, que va por Samós, con alrededor de cinco o seis km más, y que la idea sería de hacerla en dos etapas.


Me dan muchas ganas de tirar directa hasta Sarriá, porque  tal y como está la previsión del tiempo, me quitaría un día, y en cinco días podría estar en Santiago. Pero ayer hablé con mi amiga Ana Vaquero, y me dijo que quiere venir a hacerse los últimos 100 km. conmigo, pero que no llegará hasta el miércoles o el jueves a Sarria, con lo que atraso la llegada tres o cuatro días.
Bueno, depende de como vaya transcurriendo el camino, en Triacastela decidiré...

Me encuentro a una lugareña que ha ido a poner flores a la ermita




Y un castaño centenario, impresionante!!!!!
Dice que tiene 800 años!!!!! el castaño lleva aquí más de 8 siglos!!!!! 
Es como una catedral medieval, es un monumento vivo! Me quedo fascinada, cuantos cientos de miles de personas lo habremos contemplado!


Aquí, se queda el castaño, espero que por muchos años más, y un poco más adelante llegamos a Triacastela


Cuando llegamos a Triacastela llueve muchísimo y me paro a tomar un café, dejo a la Lisa fuera con todo el agua, pues no hay ni un soportal, me mira con esa carita que hace que me sienta tan mal por ella, pensando que el animalico puede estar pasándolo mal. Cuando pago el café, le pido a la chica que me cobra si me puede dar un trozo de pan seco o de ayer para la perrilla, y me dice la muy idiota, que no tiene pan de ayer, y se queda tan ancha, y yo me quedo con una rabia que me recome y mi mente empieza a despotricar y a insultarla. Pienso que este viaje ya no lo estoy disfrutando, que todo lo que hasta ahora ha sido tan favorable y ha salido tan bien, de repente se está poniendo en contra, la lluvia constante, el trayecto de ayer que fué tan duro, el coche que aceleró y me salpicó al pasar a mi lado y donde he dormido hoy, que ha sido uno de los peores sitios.

Voy a poner un comentario que puse en ese momento en facebook, y vuestros ánimos para que continuase, que os aseguro que fueron muy importantes para mí, en mi decisión.





Mi Lisa, a falta de pan, se contenta con un palo!


Al final, decido continuar a Samós, no quiero tomar decisiones precipitadas influenciada por un pronto, y arrepentirme después, además estamos en Galicia, tendrá que llover, no?


Los primeros 3 km desde Triacastela, discurren por la margen de la carretera y no tienen nada de particular, hasta que se sale de ella y se llega a San Cristovo do Rea, un pueblo lleno de casitas de madera y piedra, y un precioso riachuelo que forma diminutas cascadas 



Saliendo de San Cristovo, comenzamos a andar por un sendero al lado del rio. Este trecho es, sin duda, uno de los paisajes más bonitos que he visto del camino, pero el barro y la lluvia ponen su dificultad, hay muchiiiiisimo barro que se pega a las botas y casi no me deja caminar, y apenas disfrutar del entorno en el que estoy.

Hay un momento que le juro a la Lisa que si mañana sigue lloviendo así, terminamos en Sarria. Mis energías hoy son negativas, hoy todo lo veo oscuro como el barro, este camino hoy no se termina nunca!
Venga!!! un paso más! y otro! no pienses! aquí no te puedes quedar! un paso más!! un paso más!!!

El Camino cruza repetidas veces de un lado a otro del río, un recorrido entre correidoras, prados y aldeas, constantes subidas, constantes bajadas, para finalmente subir y abrirse en el valle en el que descansa el Monasterio Benedictino de Samos, que aparece a vista de pájaro, cuando menos te lo esperas, como por sorpresa, como por arte de magia. ¡Qué instantánea tan bonita, es esta de ver a los pies el ansiado edificio que parecía no llegar nunca !



Por fín llegamos a Samos y al albergue Albaroque, donde llamé esta mañana para reservar una habitación y confirmar que podía ir con la Lisa, aunque entro con apuro, pues hoy va llena de barro y me da miedo de que me digan que no pueda entrar.


Me reciben sin ningún problema, haciéndole carantoñas porque ellos tambien tienen otro perro de aguas, jo que majos! da gusto cuando te reciben así!
Me dan una habitación doble y el baño es compartido, pero me dicen que puedo meter a la perra tranquilamente, con tal de que lo deje limpio después


La habitación es preciosa, con edredón y calentita!
Pero lo mejor de este albergue, aparte de los dueños, es el bar restaurante y los vinos que tienen!!!



No hay nada como una buena comida y una siesta reparadora, y que después te levantes y haya sol!!!
Todo empieza a verse de otra manera, el lugar es expectacular, me doy un buen paseo y lo primero que me encuentro es La Capilla del Salvador o también llamada Capilla del ciprés por el gran árbol milenario!!!!!! que hay junto a ella, es el monumento más antiguo de Samos. Es un pequeño templo de influencia mozárabe, enclavado en un bello y tranquilo espacio junto al río detrás del albergue.




Luego me acerco a ver el monasterio y están a punto de hacer una visita guiada, a la que por supuesto me apunto, pues me gusta que me cuenten cositas de los sitios por donde paso, aunque al rato mi memoria no haya sido capaz de retener ni un 10% de lo que me han contado


 El conjunto monástico de San Julián de Samos fué fundado en el siglo VI. procede de distintas épocas, aunque mayoritariamente abarca desde el Renacimiento hasta el Neoclasicismo. Todas las dependencias y su conjunto son de enormes proporciones, tanto que se le ha llegado a denominar El Escorial gallego, y doy fé de que no está mal comparado.
Pertenece a la orden de los benedictinos y si bien quedó bastante destruido tras un incendio en 1951 por la explosión de unos alambiques de destilería, lo cierto es que ha sido muy bien reconstruido y es una verdadera maravilla.


Jose Luis, que así se llama el monje que nos lo enseña, a mí y a tres sevillanos, es un monje regordete y simpático, que no para de hablar, a la vez que nos va contando la historia del monasterio y las salas y los claustros, nos va contando anécdotas de la orden de "San Benito" el  "Ora et Labora", de los pocos que son para llevar todo, la abadía, la biblioteca, la Hospedería, el albergue.... y la misa. Es gracioso, que a los cinco minutos de terminar con nosotros la visita de más de hora y media, empieza la misa en gregoriano, con seis curas,(todos los que son), Jose Luis entre ellos, la verdad es que no cantan demasiado bien y les escucho un rato y me voy.
Hoy me ha recordado al convento de las clarisas de Medina de Rioseco, pensar en estas comunidades que en su momento tuvieron que amparar o convivir muchísimos más monjes o monjas, en los que se trabajaban los campos, las cocinas, los vinos o los dulces, que eran los centros en torno a los que giraban y se construían pueblos, ahora son mantenidos por tan pocos, resulta chocante.




Después de esta visita tan agradable, me voy al albergue y me pongo a charlar con Juan? uno de los hermanos que llevan el albergue, me dice que son de allí, que han estudiado, que son ingenieros y que han vivido fuera, pero que ahora han vuelto y que están agusto allí, el bar está lleno de amigos y se ve que lo tratan con cariño, con cada vino que me tomo me invitan a una tapa y me insisten en que no decida hoy el final, que mañana será otro día y que seguro que me espera algo bueno, que el bosque mañana es precioso. Cuando me retiro, me dan un tuper lleno de comida para la Lisa, me dicen que no todo el mundo es tan desagradable como la del bar de esta mañana










No sé si mis hospederos, la comida, la siesta, Jose Luis el monje guía, vuestros ánimos, o que por la tarde he visto el sol, o todo junto, hacen que el camino y yo volvamos a hacer las paces.




"¡El Camino está lleno de sorpresas!"

"Nunca se sabe donde puede aparecer una luz que nos ilumine la puerta para entrar dentro de nosotros mismos para conocernos mejor"